Alimentación basada en tu sangre o grupo sanguíneo

Cada ser humano es único, el grupo sanguíneo, determina la susceptibilidad de enfermedad, los alimentos que se deben comer y cuáles no. El grupo sanguíneo constituye la rúbrica de nuestros antepasados.

Existen 4 grupos O, A, B y AB, también conocidos como IV, II, III, I respectivamente.

En base a la sangre, además de la toma de ciertas medidas como ángulo de mandíbula, largo de tronco y piernas, huellas dactilares entre otras medidas se determina el Genotipo y con esto que alimentos son beneficios, alimentos a evitar y alimentos que actuaran como una toxina en el organismo.

Existen 6 tipos de Genotipo basados en el grupo sanguíneo:

Genotipo Cazador:

Generalmente simétricos, tienden a ser ectomorfos o mesomorfos, típicamente ándricos.

Tienen tendencia a problemas gástricos, con un metabolismo alto, pero con sistema inmune hiperreactivo. La dieta del genotipo está diseñada para devolver el equilibrio a su sistema inmune hiperreactivo y apaciguar sus respuestas reactivas cuando no son necesarias, es una alimentación destinada a curar epigenéticamente sus tractos digestivos ayudándoles a manejar la tensión y controlar la inflamación.

Genotipo Recolector:

No suelen ser muy altos y típicamente gínicos. Su perfil metabólico es ahorrador, tiende a subir de peso con facilidad, tiende a la resistencia a la insulina y Diabetes, baja actividad tiroidea, obesidad. Lo mejor que pueden hacer los recolectores por su salud alimenticia es comer suficientes y el tipo adecuado de alimentos. Ellos deben aprender sobre los alimentos que son curativos y beneficiosos para su salud.

Genotipo Profesor:

Son generalmente ectomorfos o mesoectomorfos, poseen un porcentaje bajo de grasa corporal, una característica del profesor son sus tendones y ligamentos claramente discernibles por debajo de la piel.

El profesor que ha agotado su sistema inmune con exceso de trabajo, privación de sueño, tensión o dietas deficientes, tendrá dificultad en combatir infecciones crónicas.

Tienden a infecciones al oído crónicas en la infancia, problemas pulmonares, estomacales e intestinales crónicos, infecciones bacterianas, etc.

La dieta del maestro se basa en verduras, mariscos, legumbres y pequeñas cantidades de otras proteínas bajas en grasas.

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Genotipo Guerrero:

Alto, esbelto y sano en su juventud. El IMC (índice de masa corporal) tiende a elevarse constantemente en un cierto plazo especialmente si no se hace ejercicio y no permanece en forma.

Cuando se acerca la mediana edad, sus genes metabólicos anteriormente eficaces prácticamente dejan de funcionar y en un tiempo corto el proceso de envejecimiento de acelera. Los guerreros tienen problemas para perder peso, acumulando grasa destructiva a nivel abdominal.

El sistema circulatorio es el principal problema para el guerrero, problemas con la presión sanguínea y el corazón a edad más avanzada.

La alimentación ideal de un guerrero es una dieta basada en legumbres, pescados, frutas, verduras y cereales. Con una alimentación adecuada el guerrero podría ralentizar el proceso de envejecimiento y optimizar su metabolismo.

Genotipo Nómade:

Los nómadas son a menudo mesomorfos, que poseen un bajo a mediano porcentaje de grasa corporal.

Los nómadas tienen una excelente capacidad metabólica y en un estado adecuado de salud y equilibrio, no son propensos a la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Pero tienen tendencia a desarrollar enfermedades neurodegenerativas de crecimiento lento.

Los nómadas presentan una dieta mixta, tienden a presentar ciertas sensibilidades a unas proteínas llamadas lectinas presentes en muchos alimentos, algunos nómades también son sensibles al gluten.

Genotipo Explorador:

Típicamente mesomorfos con un porcentaje entre bajo y medio de grasa corporal, un metabolismo alto, gran cantidad de masa muscular. Los Exploradores son muy a menudo enigmas médicos. Pueden ser difíciles de diagnosticar, ya que nada aparente o evidente se presenta como problema. Físicamente, pueden parecer en buen estado de salud, pero se quejan de una pérdida repentina de la energía, o una repentina incapacidad para tolerar ciertos alimentos.

Con la alimentación y el estilo de vida adecuado para su genotipo podrán tratar la sensibilidad a los alimentos y a la toxicidad consumiendo los alimentos adecuados para el propio organismo que simplemente evitando los inadecuados.

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Por: Gilda Leiva Neira Nutricionista, Magister en envejecimiento y calidad de vida.